viernes, 21 de noviembre de 2008

Frente al más grande de los cocodrilos.

I

Carmela tuvo frente a ella, al más grande de los cocodrilos.
Fue entonces que su cuerpo se pintó de verde aferrándose al colchón y cantando, el reptil se deboró la verdad que emanaba de su pelo.

II

Carmela daba cautelosa, pequeños saltitos sobre las piedas del estanque, cuidando sus pies del ataque de un reptil; pero el cocodrilito le dio un mordisco en las orejas.

III

Carmela vio llegar a un vendedor, tenía un cocodrilo en los zapatos... hoy dejó volar a la jirafa.

Saltando de nuevo...

La zanca saltarina!!!

1 comentario:

Israel Junahan dijo...

La vida no es complicada Carmela, pero sucede que las jirafas son difíciles de montar, es entonces cuando debes escoger entre vivir la vida convenciendo a la jirafa de que te lleve o llegar por cualquier medio a donde vas. Enrique L.